Intima



    Soy una persona triste, una persona que no revela, que no se revela de sí misma. Si hago una pausa de la rutina, caigo en ese llanto silencioso, silencioso porque si me escucho llorar, existe. Y no quiero que exista. No lloro en rincones, lloro en momentos; no lloro en soledad, lloro cuando me acuerdo, y sì, siempre me acuerdo.
    Pienso que sirve a veces para desintoxicarse uno de uno mismo, ¿sabes? Pienso que muchas veces soy mi enemigo más y menos esperado, soy un ser dual; me pienso débil como las hojas que se desprenden en el cambio de estación y tan fuerte a veces, que nada me para, que no me puedo ni pararme yo; me pienso libre al decidir ser lo que quiero pero tambien me siento encadenada a mi, a mis pensamientos, a mis recuerdos. Soy triste siempre y feliz un poco menos, no se si lo intento demostrar o no, no se si quiero que sea asì, no se si puedo controlarme o si siempre me voy a rendir ante mi.
   Me quiero, muchas veces lo pienso pero también hubo muchas veces no pude quererme màs y desee irme de lo mundano. Es ahí cuando entro en mi controversia más profunda de que si lo hago por mi o por ellos; el no saber qué hacer sin ellos, o el no saber qué harían
ellos sin mí; pienso que vivo porque facilito pero no por mi y, quiero pensar que alguien vive para facilitarme y siempre caigo en que no es así.


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