Entradas

Mostrando las entradas de noviembre 12, 2017

Susana

Imagen
Finjo el alivio de no verte. Llora el desierto una vez más, Susana. Qué hacer en una noche tan perversa como es esta si no es buscarte. Encadenados al color, te busco sin hallarte en la oscuridad incierta con mis gafas de sol. El silencio que me abruma de esas aves que dicen no cantar tu nombre, yo digo que sí. ¿A caso las locas son las aves por mentirme o yo que les hablo a las aves? Arrinconada con mis pensamientos, cuánto más hay que festejar con la almohada otro intento fallido de no encontrarte, y saltar alto, hasta el techo y más, porque no te busqué. El sonido penetra todo lo que no tengo. Cuando las cosas se ponen serias nadie ríe, me río cuando escribo que nadie ríe, entonces alguien sí ríe, llevando consecuentemente a desmentir algo que fue verdad; y así me encuentro nunca cuando no pienso en buscarte. 

Quién dice ser su amada

Imagen
  Besando con su boca llena de lágrimas creó más heridas,  cada abrazo destruía, bombardeábamos supuestos castillos inflables, nos encontrábamos en nubes de alfileres, despidiéndonos una y otra, y otra vez.   Queriendo tras lo que sea que haya que querer, queriendo sin parar; créame que no es fácil verlo partir como suelo hacer pero,  ¿volverá?   Cálleme a besos hamacados por el vaivén de su locura, y quédese un poco más; convierta mis vacíos en poesía y mis lágrimas en música una vez más. Si alguna vez habré querido, fue a usted y aseguro que a nadie más.   Y reitero que me perdone, este amor no se deshecha como un pañuelo en un resfrío invernal, no; mis mariposas pierden sus alas buscándolo en ese desierto, en esta ciudad, mis mariposas ya no están llenas de magia, ya no están colmadas de vida ni de nada.   Y si te vuelvo a ver, anhelo que supieras que no voy a volver a querer tan descabelladamente, tan pura e inhumanamente, tan cruel e ...

Rosa

Imagen
  Rosa, dueña de mil vientos; busque la salida mental, escape de sus ideas y vuele, viaje como todos dicen querer hacerlo, elévese hasta los mil cielos; quiéreme. Rosa, dueña de los ardores; dueña de los aromas más estupefactos del mundo al revés, dueña de la pasión, del perdón y del consuelo, del llanto y de la felicidad; dueña de los jabones que bañan mi cuerpo embarrado de karma, quiéreme.   Rosa, dueña suya; dueña de la aguja que asesina mis burbujas coloridas, de mis naves danzantes en el vaivén de la brisa que lleva su pelo; rojizo, como la sangre que llevan algunos, como los labios luego de un gran beso, como las narices frías en una mañana de invierno, quiéreme.   Rosa que envenena mi vida, la anhelo; no como un presente de alguno más que pase por aquí, sino mía, en mi ventana, en mi cama, en el suelo y en el alma. Quiéreme, aunque sea barato, quiéreme.

Muchacha loca

Imagen
Rasguña mis flores voladoras, las hiere, las toma, las domina y las arroja, caen en las mejillas de aquella muchacha loca que no dejaba de correr, todavía no sabe a dónde, pero si sabe por qué. Lejana las miles de lunas que nos encierran en un humilde y desdichado mundo, lejano es el supermercado a la casa de Braulio, que camina sin parar por el pan; lejana como aquella bella muchacha que la vi una vez y nada más. Lejano somos nosotros, cuántas veces deberé interrogarlo para saber hacia dónde indaga escapar, no me interesa su felicidad, quiero encontrar a la bella muchacha loca que secuestra flores de los demás. Aún las recuerdo, su aroma dulce, casi imperfecto, suelto y fresco, ese perfume a amor, a timidez, a vos. Continúo tras una piedra esperando a lo que pase primero, a que regrese la ladrona de mis flores o a que crezcan otras más, me aburro en esta espera interminable; mi mirada aletea al compás del viento, si, porque el viento es el sonido más majestuoso que jam...